martes, 16 de marzo de 2010

La Carta Robada. Edgar Alan Poe.

En un cuarto en Paris, un personaje se sienta en silencio con su amigo C. Auguste Dupin, mientras reflexiona sobre el caso de la rue Morgue. El señor G, quien es prefecto de la policía de Paris llega para consultar a Dupin. El prefecto presenta un caso muy simple: se robaron una carta importante, con el poder de dañar a alguien poderoso conoce quien lo tomó: El ministro D. Y ahora este tiene mucho poder sobre la persona que fue robada.

Dupin pregunta que si la policía ha registrado la casa del ministro y a este mismo, ya que lo que le da el poder es la posesión y no el uso de la carta. El prefecto le dice que lo han registrado varias veces a él y la casa pero que no han encontrado nada. Se le sugiere al prefecto que revise la casa de nuevo, luego él lee una descripción de la carta y se va.

Un mes después, Dupin y su amigo están sentados cuando el prefecto llega, no ha podido encontrar la carta y dice que estaría dispuesto a pagar 50000 francos a quien consiguiera la carta. Dupin le dice que le escriba un cheque con la cantidad ofrecida y que él le dará la carta. Este le da el cheque y Dupin le entrega la carta.

El prefecto toma la carta la examina y se va rápidamente. Y Dupin pasa a explicarle a su amigo como la obtuvo:

Dupin admite que la policía parisina es hábil a su manera. Luego, explica un juego que un niño logra ganar porque logra identificar el intelecto y razonamiento de su oponente. Luego dice que la policía solo consideró las maneras en que ellos esconderían algo, pero no como lo podría hacer alguien mas.

Dupin reconoce que el ministro el lo suficientemente inteligente como para no esconder la carta ahí, justamente donde la policía iría a buscar primero. Él describe a su amigo un juego en el que uno de los jugadores encuentra un nombre en el mapa y le dice al otro que lo encuentre también. Un principiante escoge los nombres con las letras más pequeñas, pero de acuerdo con Dupin, en realidad, los nombres más difíciles de ver son aquellos que están en letras más grandes, ya que son muy obvios.

Con este juego en mente, Dupin recuerda la visita que le hizo al ministro en su casa. Después de observar detalladamente la residencia, Dupin se da cuenta de un tarjetero de cartón, donde había varias tarjetas y una sola carta. Esta tiene una apariencia diferente a la previamente descrita por el prefecto, tratando de engañar sobre el verdadero valor del documento. “La carta había sido dada vuelta como un guante, a fin de ponerle un Nuevo sobrescrito y un Nuevo sello.” Él, seguro de que es el documento robado deja en la casa una tabaquera de oro, para tener una excusa por la cual deba volver a la casa del señor D. Cuando vuelve a la mañana siguiente ya ha arreglado que alguien cause una conmoción cerca de la ventana. Y cuando el ministro se acerca a la ventana a ver que paso, Dupin reemplaza la carta con una falsa. El justifica la decisión de haber dejado otra carta, en que si no lo hubiera hecho “jamás habría salido de allí con vida”. Además de que ahora ya el ministro no posee la carta, pero cree q si, entonces seguirá presionando, y esto terminara en su ruina política.

"Si esto no es obra de una persona con una mente torcida, lo es de alguien que se le parece bastante". (Interpretacion personal sobre la cita textual del texto: "un dessin si funeste, s'il n'est digne d'Atrée est digne de Thyeste"). FIN!

Espero que les sirva, si quieren agregar o corregir algo, esta bien solo escríbanme.

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